¿Tu hijo tiene el pecho hundido? Descubre los síntomas del Pectus Excavatum
El Pectus Excavatum puede pasar desapercibido en la infancia. Aprende a identificar las señales y cuándo consultar al médico.Pectus Excavatum en niños: síntomas y señales de alarma
Guía clara para identificar los síntomas del Pectus Excavatum en niños y adolescentes. Qué hacer y cuándo consultar al médico.
Tabla de contenidos:
1. ¿Qué es el Pectus Excavatum?
2. Síntomas y señales comunes en niños y adolescentes
3. Causas y factores asociados
4. Cómo se diagnostica el Pectus Excavatum
5. Tratamientos y opciones no quirúrgicas
6. Riesgos y advertencias
7. Cuidados y hábitos en casa
8. Preguntas frecuentes
9. Glosario
10. Conclusiones y próximos pasos
11. Fuentes
1. ¿Qué es el Pectus Excavatum?
El Pectus Excavatum es una alteración en la forma del pecho. Ocurre cuando el esternón, el hueso central del tórax, se hunde hacia adentro. Esto da al pecho una apariencia cóncava, como si tuviera un hueco.
Aunque no siempre causa síntomas, en algunos casos puede afectar la respiración, el ritmo del corazón o la autoestima. Es importante detectarlo a tiempo para evaluar sus posibles efectos en la salud física y emocional.
2. Síntomas y señales comunes en niños y adolescentes
Los síntomas del Pectus Excavatum pueden variar según la edad y la gravedad del hundimiento. En algunos niños es solo un cambio estético, mientras que en otros afecta su forma de respirar o hacer ejercicio.
Síntomas frecuentes:
– Pecho visiblemente hundido, desde el nacimiento o en la adolescencia
– Dificultad para hacer ejercicio o cansancio rápido
– Dolor o presión en el pecho, sobre todo al correr o saltar
– Palpitaciones (latidos irregulares o acelerados)
– Infecciones respiratorias frecuentes, como gripa o bronquitis
– Autoimagen negativa o baja autoestima
– Hombros caídos o postura encorvada
– Problemas para dormir boca abajo
Muchos adolescentes notan los síntomas cuando crecen rápido, entre los 11 y 15 años. A veces, los padres lo notan al cambiar la ropa o en exámenes médicos de rutina.
3. Causas y factores asociados
El Pectus Excavatum suele comenzar en la infancia, pero puede hacerse más evidente en la pubertad.
Esto es lo que sabemos:
– Origen genético: en algunos casos, otros familiares han tenido la misma condición.
– Alteración en el crecimiento de los cartílagos del tórax. Estos cartílagos conectan las costillas con el esternón.
– Asociaciones con otras condiciones: puede verse en niños con escoliosis (desviación de la columna) o síndromes genéticos como el de Marfan.
– Más común en hombres: se presenta hasta 4 veces más en niños que en niñas.
No existe una causa única ni siempre se puede prevenir. Tampoco es causado por golpes, malas posturas o deportes.
4. Cómo se diagnostica el Pectus Excavatum
El diagnóstico lo realiza un profesional de salud. Por lo general, basta con un examen físico. Sin embargo, si hay síntomas, se piden estudios para ver si afecta el corazón o los pulmones.
Pruebas comunes:
– Radiografía del tórax: muestra el hundimiento y cómo están los huesos.
– Tomografía computarizada (TAC): da un panorama más detallado y permite calcular el índice de severidad.
– Ecocardiograma: usa ultrasonido para evaluar el corazón y su función.
– Pruebas de esfuerzo o espirometría: miden la capacidad para hacer ejercicio o respirar.
Estas pruebas ayudan a decidir si el Pectus Excavatum necesita solo seguimiento o algún tipo de intervención.
5. Tratamientos y opciones no quirúrgicas
No todos los casos requieren cirugía. En muchos niños, el hundimiento es leve y no da síntomas.
Opciones conservadoras:
– Ejercicios posturales y respiratorios: ayudan a mejorar el tórax, fortalecer los músculos y facilitar la respiración.
– Fisioterapia: fortalecimiento de la espalda y el pecho. Puede corregir la postura y reducir molestias.
– Dispositivos externos de vacío: algunos usan una campana que succiona suavemente
